“Papa Francisco es uno de nosotros”, dice sin techo ayudado por la Limosnería

Pope Francis with the clochards_© ALBERTO PIZZOLI / AFP
Pope Francis with the clochards_© ALBERTO PIZZOLI / AFP

El Papa se ha comprometido en mejorar la vida de los sin techo en Roma, mientras Caritas alerta que austeridad de UE perjudica a los pobres

ARY WALDIR RAMOS DÍAZ (459)

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“Una ayuda concreta del Papa. El servicio es muy bueno, parezco un jovencito (risas). El Papa está con nosotros”, relató Giovanni a Aleteia.org tocándose el mentón, ya que inauguró personalmente el servicio de duchas y barbería del Papa abierto al publico el pasado 16 de febrero en el Vaticano.

La “barbería del Papa” es la última iniciativa de la Limosnería Apostólica, la Oficina que tiene la tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en nombre del Papa Francisco.

Quitando el negocio de las bendiciones a los comerciantes de la zona aledaña al Vaticano, el Papa ha querido que el dinero de la venta de los pergaminos con su bendición sea utilizado en financiar más servicios a favor de los pobres de la ciudad o donde se concentran los ‘sin techo’.

Para la inauguración de la barbería bajo la columnata de Bernini en la plaza de San Pedro han llegado cerca de “50 personas”, contó Giovanni. Después de perder el trabajo y ocupar por necesidad una casa abandonada, ahora este romano de 49 años duerme bajo el soportal del Palacio, sede de la Sala de Prensa del Vaticano.

Él se consuela con la compañía de un grupo de seis polacos sin techo que duermen al lado de la puerta del ingreso del edificio en vía de la Conciliación y asegura no tener familia porque sus padres han muerto dejándole sólo una foto gris que hace parte de su bagaje de calle y recuerdos.

Recientemente, el Papa ha tenido en su mente a Giovanni y otras personas que como él sufren la marginación social: “Tenemos mucho que recibir de los pobres a los que nos acercamos y ayudamos. Luchando con sus dificultades, a menudo dan testimonio de lo esencial, de los valores familiares; son capaces de compartir con aquellos que son más pobres que ellos y lo saben disfrutar…” indicó Francisco recibiendo esta semana a los miembros de la Asociación Pro Petri Sede.

“Es más fácil ir a buscar trabajo con el cabello ordenado y el cuerpo limpio”, dijo Giovanni, mientras asomaba una sonrisa roída por el tiempo. “Papa Francisco ha hecho varias cosas por nosotros. Este servicio de los baños es bueno porque antes debíamos ir a otros lugares lejos del centro para asearnos”.

Un día después de la inauguración del servicio, Papa Francisco ha dicho: »El creciente número de personas marginadas y que viven en gran precariedad nos interpela y nos llama a una mayor solidaridad para ofrecerles el apoyo material y espiritual que necesitan».

Giovanni, espera que don Corrado (el limosnero del Papa) le consiga un puesto de trabajo porque aspira a casarse con su novia que ha conocido hace dos años, pero que ha tenido que esperar pacientemente el cumplimiento de la promesa de matrimonio ante la crisis económica. “Ella no sabe toda mi situación”, dijo con ojos aguados.

“La atención a los pobres nos enriquece poniéndonos en un camino de humildad y verdad», dijo Francisco, invitando a los fieles a implicarse en la vida de los más vulnerables en Cuaresma. En diciembre de 2013, el Papa desayunó con tres sin techo. El 17 de diciembre de 2014, seis de ellos fueron sus invitados de honor en la audiencia del miércoles.

En las escaleras de una puerta cerrada al público, Giovanni comparte el lugar con Mandek, otro sin techo, nacido en Polonia, 45 años, quien vive en Roma desde 1986 y también manifiesta su alegría por la atención del Papa hacía los necesitados. Así, recuerda que las tarjetas telefónicas distribuidas por los voluntarios de la Limosnería Apostólica le ayudaron a saludar a su hermano en Polonia en Navidad. “A veces tenía como llamar pero la tarjeta fue una señal de que debía buscarlo”.

 

ALETEIA