Francisco: «Niños y ancianos construyen el futuro de los pueblos»

El Papa en Río como en su parroquia: confesión, charla con detenidos y Ángelus
A las 12 del día, el Papa Francisco recitó el Ángelus en el Palazio de Sao Joaquim, sede del arzobispado de Río de Janeiro, y explicó ante los fieles cuál es la importancia de esta oración: «Una bellísima expresión popular de la fe es la oración del Angelus [en Brasil, la Hora de María]. Es una oración sencilla que se reza en tres momentos señalados de la jornada, que marcan el ritmo de nuestras actividades cotidianas: por la mañana, a mediodía y al atardecer. Pero es una oración importante; invito a todos a recitarla con el Avemaría», porque «nos recuerda un acontecimiento luminoso que ha transformado la historia: la Encarnación, el Hijo de Dios se ha hecho hombre en Jesús de Nazaret».
Esta mañana, mientras vuelve a surgir el sol en la ciudad carioca (después de la lluvia de ayer), Papa Francisco, como cualquier párroco normal, confesó a algunos jóvenes peregrinos que están viviendo esta XXVIIIa Jornada Mundial de la Juventud. En el parque Quinta da Boa montaron 50 confesionarios para que los jóvenes que asisten a la JMJ de Río puedan confesarse.«Una gran emoción. Las palabras del Santo Padre con su sencillez y sinceridad nos ayudan a interpretar bien en esta JMJ cuál es el plan de Dios para cada uno de nosotros», es lo que comentó la italiana Claudia Giampietro, de 27 años, que recibió el sacramento de la penitencia de Papa Francisco hoy por la mañana. Además de ella, otros cuatro chicos fueron confesados por Papa Francisco (tres de Brasil y uno de Venezuela).
Después, el Papa se dirigió al Palacio de Sao Joaquim, sede del arzobispado de Río de Janeiro, en donde le estaba esperando el arzobispo de Río, mons. Orani Joao Tempesta. Allí, Francisco tuvo un breve encuentro con cinco jóvenes detenidos, acompañados por asistentes sociales.
Al concluir, Francisco y Tempesta se dirigieron a la capilla en la que se encuentran reunidas las monjas de la residencia. A las 12 del día, recitó el Ángelus desde el balcón central del Palacio arzobispal. «Hoy la Iglesia celebra a los padres de la Virgen María –recordó el Papa Francisco–, los abuelos de Jesús: los santos Joaquín y Ana. En su casa vino al mundo María, trayendo consigo el extraordinario misterio de la Inmaculada Concepción; en su casa creció acompañada por su amor y su fe; en su casa aprendió a escuchar al Señor y a seguir su voluntad».
Los abuelos, subrayó Francisco son muy importantes en la vida de la familia «para comunicar ese patrimonio de humanidad y de fe que es esencial para toda sociedad. Y qué importante es el encuentro y el diálogo intergeneracional, sobre todo dentro de la familia».